¿Qué implica el anuncio del ELN de que volverá a secuestrar? 

May 16, 2024 | Artículos Periodísticos

La Dirección Nacional del ELN anunció el cese de su compromiso de suspensión unilateral de secuestros, aludiendo a la falta de avance en el funcionamiento del Fondo Multidonante. Analizamos los efectos de esa decisión en medio de la crisis que ya arrastraba el proceso de negociación.  

Créditos: Delegación de paz del gobierno de Colombia

Caterine Jaramillo Gonzáles

Equipo de periodismo de Isegoría

El 6 de mayo, la Dirección Nacional del ELN comunicó que daba por terminado el compromiso de la suspensión unilateral de secuestros, o retenciones con fines económicos, como lo denomina ese mismo grupo. Según el comunicado, que consta de siete puntos, esta medida dependía del funcionamiento del Fondo Multidonante establecido en el Acuerdo No. 26, que fue firmado al finalizar el sexto ciclo de diálogos. Exactamente tres meses después de la clausura de este encuentro, no hay mayor información sobre el avance de esta propuesta que pretende financiar actividades relacionadas con el proceso de paz.

El tema de los secuestros y la financiación no es nuevo en estas negociaciones. Luego del plagio de Luis Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, la mesa se reunió en México para llevar a cabo el quinto ciclo de diálogos. Al finalizar esta ronda de conversaciones el ELN dio a conocer la intención de suspender temporalmente dicha actividad, un hito que, según Francisco Daza, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, “fue importante para respaldar el proceso de paz”.

En esa oportunidad, entre los acuerdos firmados estaba el de crear las condiciones económicas y financieras para la materialización del Acuerdo de México (acuerdo No. 21). Para eso se creó una comisión de carácter permanente que propondría “las fuentes, vías y actividades ligadas a la financiación del proceso de paz y del Cese al fuego Bilateral, Nacional y Temporal (CFBNT) con el ELN”.

Posteriormente, las delegaciones volvieron a reunirse, esta vez en la Habana, para el sexto ciclo que tuvo lugar del 22 de enero al 6 de febrero. Como estaba previsto, uno de los temas principales a discutir fue la prórroga del cese al fuego, que finalmente se extendió 180 días más.

En el documento que oficializó la extensión temporal del cese se anexaron dos puntos; uno de ellos dejaba constancia del compromiso del ELN de suspender de forma unilateral y temporal las retenciones de carácter económico y el otro articulaba la continuidad de este compromiso al “progreso del conjunto de los acuerdos y a la resolución de los factores críticos que afectan el CFBNT”.

El sexto ciclo terminó con la firma de cuatro nuevos acuerdos relacionados con: las comunicaciones de la mesa, la continuidad del proceso de participación, la creación del Fondo Multidonante y la prórroga del cese. Adicionalmente, la Mesa actualizó los protocolos de evaluación, prórroga o suspensión y acciones específicas.

Estaba previsto que este último protocolo incorporara la suspensión de los secuestros, pero según la cláusula, “lo no incluido se seguirá analizando en la Mesa, con el propósito de llegar a una conclusión conjunta, que permita su inclusión en el mandato del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV)”. Así se dio a entender que no hubo un acuerdo frente a este tema y por lo tanto la suspensión de los secuestros continuaba siendo un compromiso unilateral por parte del ELN.

De hecho, en un Space realizado el 16 de febrero por Isegoría, Pablo Beltrán, jefe de la delegación del ELN, confirmó esa interpretación y afirmó que para el ELN son necesarios “unos tributos (…) nosotros decimos: nadie en el mundo paga impuestos a las buenas, todos los impuestos son, como dice la palabra impuestos, y si no se pagan, en muchos países del mundo lo detienen a usted hasta que lo haga, entonces nosotros hacemos lo mismo”.

Paloma Bayona, investigadora del CINEP, comentó que “la gente rechaza absolutamente esta práctica y además es difícil entenderla como ellos lo plantean, porque estamos hablando de usufructuarse de vidas humanas y de la privación de la libertad”.

Sin embargo, Beltrán dijo que en las discusiones ellos plantearon la suspensión de los secuestros como un punto de llegada, “pero mientras tanto usted no puede debilitar al ELN, porque estas negociaciones no son para exterminar el proyecto político militar, es para que esto siga, buscando los mismos fines, pero por otros medios. Entonces llegado el cese, nos dijeron, metan lo de las retenciones económicas y nosotros les dijimos, bueno ¿y los planes políticos y todo el funcionamiento del ELN cómo va a ser? No ve que si yo le firmo eso yo me debilito, entonces ahí va la discusión, no se ha terminado, sigue en curso”.

La respuesta de la delegación del Gobierno

El mismo día que el ELN dio por terminado su compromiso, la delegación del Gobierno respondió con un comunicado. En uno de los tres puntos del documento aclaró que una vez el grupo guerrillero asumió unilateralmente la suspensión de los secuestros, “el MMV debía hacer seguimiento a su cumplimiento, lo cual significó su incorporación al acuerdo de CFBNT, así como a sus protocolos”.

De igual forma, en un segundo punto recordó que el “Fondo [Multidonante] de ninguna manera se creó como contraprestación a la suspensión del secuestro o la interrupción de otra acción específica incluida en el cese al fuego”. Además, agregó que, a raíz de la decisión del ELN de pausar los diálogos, no fue posible poner en funcionamiento esa propuesta relacionada con la financiación del proceso.

En horas de la tarde de ese mismo 6 de mayo, Vera Grabe, jefa del equipo negociador, junto al senador Iván Cepeda, ambos en representación de la delegación del Gobierno, dieron una rueda de prensa en donde leyeron el comunicado y respondieron preguntas a los asistentes.

De manera general, ambos reiteraron que en el tiempo en que se mantuvo el compromiso, el ELN efectivamente cumplió, y en ese sentido, Cepeda agregó que les sorprendía que “aparezca ahora otra vez esta confusión de pretender ligar el Fondo Multidonante al tema de los secuestros”.

Por su parte Grabe, ante la inquietud de si el ritmo de las negociaciones está condicionado por el ELN, respondió que el proceso ha llegado bastante lejos. “A pesar de las dificultades, hay avances y compromisos concretos”. Además, instó al grupo guerrillero a que, en medio de la realización de su sexto congreso, defina cuál va a ser su rumbo respecto a la paz”.

Frente a la duda de sí podría verse afectado el proceso por la decisión del ELN, el senador reiteró: “Se lo hemos dicho claramente al ELN, comerciar con seres humanos no es desde ningún punto de vista justificable ni como parte de una práctica del conflicto armado, ni como ninguna clase de acción que pueda tener sustento a la luz del derecho internacional, así que esta exigencia hoy se reitera. No vamos a renunciar a ella y obviamente estamos ante una nueva situación. Habrá que estudiar cuáles son las decisiones que corresponden”.

De igual manera, redes de organizaciones sociales se pronunciaron frente al comunicado del ELN. Por ejemplo, Defendamos la Paz, un movimiento a través del cual se han articulado diferentes sectores de la sociedad civil, aparte de rechazar la práctica del secuestro, pidió a ambas delegaciones “no desistir en los intentos por lograr un país con trasformaciones sociales de fondo, en el que el respeto a la vida sea, por fin, una realidad”.

Otra de las reacciones por parte del Gobierno llegó al día siguiente. El consejero Comisionado para la Paz Otty Patiño dijo que presentaría al presidente la propuesta de suspender el cese al fuego con aquellos frentes que secuestraran.

Sin embargo, según Daza, “los acuerdos y protocolos del Cese al Fuego no contemplan que haya una suspensión territorial, es decir, o se suspende completamente o se continúa completamente”.

Sumado a la inviabilidad jurídica de la propuesta de Patiño, Bayona no cree “que sea un mensaje pertinente para el país decir, en unas regiones hablamos de violencia, en otras la reprimimos. Eso es bastante complejo para las comunidades porque detrás de los números hay vidas humanas”.

Justamente ese mismo día se dio a conocer la noticia de que el Frente Comuneros del Sur no reconocía al Comando Central ni a la Dirección Nacional del ELN. Esto llevó a que, en horas de la mañana del 8 de mayo, la oficina del consejero Comisionado para la Paz emitiera un comunicado como resultado de la reunión que se llevó a cabo con la delegación del Gobierno.

En resumen, el documento comienza reiterando la posición de rechazo expresada hasta el momento con relación a los secuestros y, de igual manera, anunció la intención de retomar las negociaciones en pro de que el ELN continúe con ese compromiso.

El segundo punto fue que, luego de las declaraciones del Frente Comuneros y del jefe de la Delegación del ELN en donde se deja claro el deslinde de la estructura regional a la organización a nivel nacional, se decidió dar un tratamiento a este frente disidente como una organización distinta e independiente.

¿Un proceso en permanente crisis?

Estas novedades en el proceso de paz reviven varias discusiones que parecían zanjadas, pero en vista del argumento ofrecido por el ELN, queda la pregunta sobre el papel del Fondo Multidonante.

“El mundo sabe que sin recursos, sin dinero, no hay viabilidad de ninguna paz que se negocia, eso no se puede quedar solo en el discurso y un papel firmado, sino que se necesitan recursos para la movilización de la paz y precisamente para eso es el Fondo Multidonante”, señaló Bayona.

Ahora bien, otro de los asuntos que se puede analizar es el mensaje que se esperaba transmitir, no solo a la mesa, sino también a la sociedad civil. En ese sentido, Henry Ortega, Investigador del CINEP, considera que “sí entendemos que una negociación es una suerte de pasos sucesivos de confianza entre las partes para desescalar el conflicto, pero también para tener menos impactos sobre la sociedad civil, pues entonces uno dice, acá hay un retroceso”.

Los expertos coinciden en que este proceso ha mostrado constantemente desencuentros que han dificultado la celeridad en las negociaciones y, precisamente, el ultimo suceso fue la crisis que se generó por la propuesta de territorialización de los diálogos.

Eso sumado a la falta de popularidad de las negociaciones, el problema de comunicación y la poca capacidad para generar simpatías, “si las noticias son, estamos desbaratados, no sabemos si sí o si no, y adicional vamos a retomar el secuestro, creo que es la peor manera de incluir o hacer un llamado a la sociedad civil para que participe. Entonces yo siento que, no sé qué tanto sea una necesidad financiera real por parte del ELN, pero están jugando una carta que no deberían jugar”, concluyó Ortega.

En relación con lo anterior, la investigadora del CINEP cree que “el ELN no ha asumido suficientes compromisos serios con la paz, los cuales se hacen es con los temas que son difíciles, como por ejemplo el secuestro”.