Comité Nacional de Participación: el “puente de oro” en el proceso de paz con el ELN

Jun 13, 2023 | Columnas de Opinión

«Todo parece indicar que ese puente de oro no será solo “obra y gracia” del gobierno, sino que dependerá de la activa participación de la sociedad desde el Comité Nacional de Participación (CNP). De esta forma y para utilizar un símil futbolístico, la pelota está en la cancha de la sociedad».

Fredy Chaverra

Politólogo, Mag. (E). Ciencia Política. Asesor e investigador. Integra la plataforma nacional Defendamos la Paz (DLP).

fredy.chavera@udea.edu.co

Concluyó el tercer ciclo del proceso de negociación con el ELN con dos acuerdos procedimentales históricos; el primero, traza la ruta para la activación de un Cese al fuego bilateral, nacional y temporal; y el segundo, presenta la ruta metodológica que, desde el Comité Nacional de Participación (CNP), orientará la participación de la sociedad en el proceso de paz. Un auténtico “puente de oro” que podría dinamizar el proceso dotándolo del ritmo suficiente para que llegue a buen puerto.

El “puente de oro” hace referencia al factor detonante en un proceso de paz; es decir, el componente ya sea temático o procedimental que le imprime una constante fuerza a la dinámica de las conversaciones. Con las Farc-Ep, ese puente de oro fue trazado por el gobierno de Juan Manuel Santos desde la fase secreta y exploratoria -con cierta teorización por parte de Sergio Jaramillo-; apelando, con cierta perspectiva y capacidad persuasiva, a la principal reivindicación histórica de la insurgencia fariana: la reforma agraria.

Solo basta recordar que tras acordarse el primer punto sobre la Reforma Rural Integral -una versión a pequeña escala de Las cien propuestas de desarrollo agrario integral con las cuales las Farc-Ep llegaron a La Habana- la Mesa de Conversaciones adoptó un ritmo constante que le permitió consensuar en pocos meses los puntos sobre participación política y solución al problema de las drogas ilícitas.

Al apelar a la “cuestión rural” como el puente de oro con las Farc-Ep, los negociadores del gobierno Santos construyeron el margen de confianza suficiente para que la negociación avanzará con cierto dinamismo.

Ahora bien, con el ELN, todo parece indicar que ese puente de oro no será solo “obra y gracia” del gobierno, sino que dependerá de la activa participación de la sociedad desde el Comité Nacional de Participación (CNP); una instancia creada al cierre del tercer ciclo en Cuba y con la cual la Mesa entró en una actividad permanente -conservando la metodología de los ciclos- para el abordaje, hasta mayo de 2025, de los tres primeros puntos del Acuerdo de México: 1). Participación de la sociedad; 2). Democracia para la paz; y, 3). Transformaciones para la paz.

El CNP se instalará el próximo 25 de julio y estará integrado por 81 organizaciones que tendrán la responsabilidad de construir el modelo de participación y el Plan Nacional de Participación; abordando, a partir de ocho encuentros territoriales, los siguientes temas: el régimen político, el modelo económico y la situación ambiental. Asimismo, también deberá diseñar la Agenda de Transformaciones para la Paz, que, desde una Alianza social y política -con sectores territoriales y nacionales- permita llegar a un Acuerdo Nacional. ¡Es la espina dorsal de todo el proceso de paz!

De esta forma y para utilizar un símil futbolístico, la pelota está en la cancha de la sociedad. El CNP deberá estar a la altura de su responsabilidad histórica y cada uno de los delegados y delegadas -a su vez representantes de 30 sectores- tendrán la oportunidad de contribuir decididamente a la construcción de un puente de oro que podría sacar la negociación con el ELN de décadas de intentos fallidos en procesos frustrados.

¡Nunca antes se había llegado tan lejos y se podría llegar aún más lejos! 

Así que todos y todas debemos rodear el CNP y contribuir a esa Alianza social y política que nos permitirá llegar como sociedad a ese gran Acuerdo Nacional.

 

*Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de la persona que ha sido autora y no necesariamente representan la posición de ISEGORÍA al respecto.