Isegoría o sobre el derecho igualitario al uso de la palabra
«Somos conscientes que como miembros de una universidad pública debemos convertirnos en guardianes de la palabra, que fomentemos la participación de todas las personas en la esfera pública y que defendamos el encuentro y el debate, para que se escuchen las múltiples voces, opiniones y propuestas».
Editorial
Comité Académico
Isegoria
Plataforma.isegoria@udea.edu.co
Los griegos fueron una cultura precoz. Forjaron hace más de 25 siglos muchas de las instituciones y valores que hoy admiramos, defendemos y difundimos en el mundo. Asuntos como la igualdad ante la ley, la equidad en el acceso a los cargos públicos, la deliberación argumentada en la toma de decisiones colectivas y la libertad de expresión, son algunas de las herencias que hoy tenemos de aquella milenaria cultura.
Aristóteles, por ejemplo, nos entregó una idea de política que aún hoy se mantiene viva entre nosotros. Autoras tan importantes como Hannah Arendt acogieron la propuesta del estagirita para definir la política como el reconocimiento del pluralismo en el buen vivir y la necesidad de trabajar colectivamente para que se defienda esta condición humana.
Lo mismo ha pasado con las instituciones que componen la democracia. Esta forma de gobierno, donde todos participan en los asuntos públicos, fue desarrollada por la praxis griega. Los habitantes de la polis defendieron la igualdad de los derechos entre la ciudadanía y la responsabilidad de los individuos de participar en la esfera pública.
Entre los valores que nos heredaron los griegos clásicos están dos que confluyen en el concepto de Isegoría (ισεγορια): la igualdad (ισε : iso) en uso de la palabra y el derecho a participar en la asamblea (γορια : ágora). En este sentido, a Isegoría se le puede leer como un escenario asambleario donde todas las personas que integran en él tienen el mismo derecho a usar la palabra.
Somos conscientes que como miembros de una universidad pública debemos convertirnos en guardianes de la palabra, que fomentemos la participación de todas las personas en la esfera pública y que defendamos el encuentro y el debate, para que se escuchen las múltiples voces, opiniones y propuestas.
De allí que nuestra plataforma de seguimiento al proceso de diálogo entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) haya querido recurrir a este concepto griego y usarlo como nombre para su labor. Con Isegoría estamos invitando a la ciudadanía a que se nos una en este proyecto colectivo, cuya esencia es el ejercicio libertario del uso de la palabra.
Con la plataforma defendemos la igualdad en la polifonía, el derecho de hacernos escuchar y la oportunidad de reunirnos con múltiples actores con el objetivo de aportar a la construcción del bien público de la paz. Estamos haciendo una invitación a construir un ágora para el ejercicio libertario del uso de la palabra sobre la búsqueda de la paz negociada con el ELN.
¡Bienvenida la ciudadanía, con su voz crítica, para que generen debate! ¡Bienvenida la participación de todas y todos, queremos escuchar sus palabras! Necesitamos que, como en el Ágora griega, levanten su mano, se pongan de pie en un lugar visible y se expresen frente a este proceso de paz.