Vuelve la Mesa de Diálogo a Caracas

Ago 16, 2023 | Columnas de Opinión

«En esta ocasión los avances que debemos esperar serán pocos. Debemos ser pacientes y esperar, con optimismo y ánimo constructivo, a que se avance considerablemente en los asuntos de democracia para la paz y las transformaciones para la paz».

German Valencia

Instituto de Estudios Políticos

german.valencia@udea.edu.co

Por segunda vez se instala en Caracas, Venezuela, un ciclo de conversaciones entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y del Gobierno colombiano —la primera vez fue el 29 de noviembre de 2022, donde inició el primer ciclo que duró hasta el 13 de diciembre de 2022—. En esta ocasión, de nuevo el vecino país recibe a las dos delegaciones para ejecutar la cuarta ronda de diálogos, en esta ocasión, en la clásica edificación La Casona-Miranda.

Este acontecimiento nos recuerda, por un lado, el compromiso del gobierno venezolano en la construcción de la paz negociada de Colombia, de allí que ofrezca nuevamente su territorio para avanzar en los diálogos. Y, por el otro, la dinámica que ha adoptado este proceso de paz: de realizar una negociación por fuera del país y hacerlo de manera rotativa por los países amigos.

Como ha ocurrido con los tres ciclos anteriores, se espera que en este se avance en nuevos acuerdos, que dinamicen el proceso y ratifiquen los deseos de paz entre las partes. Sin embargo, en esta ocasión los avances que debemos esperar serán pocos. Las reuniones de la Mesa de negociaciones se dedicarán a los balances de lo pactado e implementado. Situación a la que debemos acostumbrarnos, pues este proceso se caracteriza porque las negociaciones y la implementación se hacen de manera paralela.

En esta lógica de trabajo los temas a abordar podrían ser tres: El primero, el seguimiento a los acuerdos humanitarios que desde el primer ciclo se ha acordado ejecutar. Se pasará revista a la situación de emergencia humanitaria, tanto en los territorios donde tiene presencia el ELN como la situación de los presos políticos; al igual que otras acciones humanitarias como el dejar en libertad a 20 retenidos por el ELN.

El segundo asunto será el seguimiento al cese al fuego bilateral firmado en La Habana. La Mesa no desaprovechará la oportunidad de hacer un balance al cumplimiento de este importante acuerdo firmado en Cuba, por 180 días —el más largo hasta el momento acordado con está guerrilla— y que tiene aplicación plena desde el 3 de agosto.

En este segundo tema —y debido al ruido que generó la noticia que circuló recientemente sobre el plan de atentar contra el fiscal general, Francisco Barbosa— lo más seguro es que se escuchará al Mecanismo de Monitoreo y Verificación al respecto. Que sea la comunidad internacional la que presente su informe y aclare la situación o indique una ruta de investigación de la delicada situación.

Y tercero, dada la importancia que tiene el tema de la participación de la sociedad en el proceso de paz, lo más seguro es que la Mesa aproveche el encuentro para presentar un balance de los avances en esta materia. Que hable del Comité Nacional de Participación (CNP), de la participación de sus 81 delegados y del alistamiento en general, entre ellos, de los diálogos regionales en el Amazonas, el Caribe, el Eje Cafetero y Antioquia, entre otros.

En conclusión, no debemos esperar que se avance en este cuarto ciclo en la discusión de los puntos 4 y 5 de la Agenda de México. El importante tema de víctimas —y los asuntos de justicia, verdad, reparación integral y la no repetición y el no olvido—, al igual que el tema del fin del conflicto, tendrán que esperar. Debemos ser pacientes y esperar, con optimismo y ánimo constructivo, a que se avance considerablemente en los asuntos de democracia para la paz y las transformaciones para la paz.

 

*Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de la persona que ha sido autora y no necesariamente representan la posición de ISEGORÍA al respecto.