Editorial – Por una Universidad dialogante
La Universidad de Antioquia atraviesa una crisis profunda. Pero el silencio, la desinformación y la indiferencia no pueden ser la respuesta. Es momento de construir un Pacto Social y Académico que preserve su autonomía y su futuro.
Redacción Isegoría
La crisis por la que atraviesa la Universidad demanda de compromiso y corresponsabilidad en la búsqueda de soluciones. Como comunidad académica no podemos caer en la indiferencia ante un momento que nos exige unidad. Debemos ser partícipes activos y plurales en la generación y fortalecimiento de espacios de diálogo que promuevan no solo capacidades para la búsqueda de alternativas y soluciones, sino que, además, disipen la bruma de una desinformación que desestabiliza y no garantiza transparencia en un momento de crisis que demanda mesura, prudencia y capacidad de liderazgo colectivo.
En la línea de lo planteado recientemente por la Asamblea General del Profesorado de la UdeA que, en un comunicado y petición pública al Consejo Superior Universitario -CSU-, afirmó: “El momento exige altura política, vocación democrática y respeto al proyecto de universidad pública y de la educación superior como bien común y derecho humano”.
Y ese respeto al proyecto de universidad pública como bien común se debe sustentar, de forma estructural y permanente, en el fortalecimiento de canales de diálogo -vinculantes, plurales y democráticos- que permitan la búsqueda de soluciones, convocando a los actores instituciones, sociales y políticos corresponsables de que la UdeA, el mayor proyecto social y cultural del departamento, no se vea desestabilizado por el accionar de medidas autoritarias, o de injerencias políticas que pretenden socavar gravemente su autonomía.
Es el momento para el diálogo, para la materialización, entre todos y todas, siempre con la estabilidad de la universidad como un objetivo general y compartido, de un Pacto Social y Académico por la Transformación de la UdeA.
De ahí que desde la Unidad Especial de Paz consideremos que la invitación del rector John Jairo Arboleda Céspedes, en carta abierta a la comunidad universitaria el 13 de junio, a “mantener el diálogo, la participación y la corresponsabilidad en la búsqueda de soluciones”, sea un punto de partida necesario para llegar a ese Pacto Social y Académico. Un Pacto para que no gane la indiferencia, la desinformación, las sirenas del caos en medio de la crisis, y la desestabilización.
En procura de preservar la estabilidad, la autonomía, el presente y el futuro de nuestra Alma Máter.