Preencuentro territorial marcó la reactivación del proceso de participación de la sociedad civil
El pasado 26 de febrero, se reactivó la fase de diseño del proceso de participación de la sociedad civil con la realización de un preencuentro territorial en la región Centro. Se espera que en lo que falta de esta fase se logren realizar “seis encuentros sectoriales, nueve preencuentros y diez encuentros, ambos territoriales”.
Caterine Jaramillo Gonzáles
Equipo de periodismo de Isegoría
El evento se realizó en la Universidad Pedagógica, en Bogotá. De tres de la tarde a siete de la noche, delegados de diferentes organizaciones y corporaciones sociales, comunitarias, institucionales, gremiales y movimientos urbanos, compartieron su visión de la participación a través de actividades políticas y culturales.
Uno de los aspectos que marcó la reactivación del proceso, y que fue en parte sorpresivo, tuvo que ver con la asistencia masiva. Olimpo Cárdenas, delegado del Comité Nacional de Participación (CNP) por el movimiento social Congreso de los Pueblos, señaló que, “en general, los preencuentros no solían reunir a más de 50 o 60 personas, mientras que los encuentros contaban con un máximo de unas 200. Sin embargo, para este preencuentro en la región centro, se inscribieron alrededor de 1200 personas y aproximadamente 1000 asistieron”.
La finalidad del preencuentro “era continuar con la estrategia de preparación para los encuentros territoriales, donde diferentes sectores, organizaciones sociales y políticas, individuos e integrantes del CNP pudieran discutir el estado actual del proceso, la participación en la implementación del acuerdo, y recoger aportes sobre el modelo y el Plan de Participación en esta primera fase”, explicó Helberth Choachí, docente investigador, integrante de Ciudadanías para la Paz y de la Secretaría Técnica del CNP.
Una de las herramientas que se usó en este evento fue la cartografía, una metodología que permitió recoger las problemáticas de Bogotá, en perspectiva de poder incidir en la Mesa de Diálogo, y además ayudó a reconocer en cada localidad de la ciudad, otros procesos, organizaciones y personas que se encuentran trabajando por la defensa de los derechos humanos.
Andrés Camilo Rodríguez, quien hizo parte del equipo organizador del evento y además participó en las actividades por su vínculo con la corporación Vivir la Ciudadanía, evaluó de manera positiva esta actividad porque “quienes participamos, más allá de estar vinculados a sectores sociales y políticos, estamos vinculados a una realidad territorial como la de Bogotá”.
En un segundo momento, luego de los saludos por parte del Comité Nacional de Participación, la Secretaría Técnica y delegados de ambas partes de la Mesa, hubo un espacio de intervenciones por parte de los asistentes.
Al finalizar la jornada, para Paola Acosta, otra de las delegadas del CNP, integrante de la plataforma Ciudadanías para la Paz y docente de la Universidad Pedagógica, quien además integra la comisión que se encargó de la organización del preencuentro, las conclusiones no solo de este evento, sino del proceso en general, tienen que ver con los retos que se deben superar en esta etapa.
“Es necesario poder clarificar cómo será la participación regional, nacional… Porque eso implica la discusión sobre la Red Nacional de Participación, también implica reconocer la necesidad de tener los espacios y mecanismos para que efectivamente sea un proceso vinculante y se articulen, no solo a los instrumentos del Gobierno, sino también a los planes, proyectos y programas que rebasen el Gobierno actual”, afirma la delegada.
En algo en lo que coinciden tanto asistentes, como organizadores es que este preencuentro ayudó a ratificar que el proceso de participación es el corazón de estas negociaciones. “Hay interés, la gente quiere el proceso, pero le ponen un tinte muy interesante y es que se necesitan ver resultados concretos”, agregó el delegado.
Comunicado conjunto e incertidumbre en el evento
En medio del desarrollo del preencuentro se hizo público el comunicado conjunto de las delegaciones en el que anunciaron: la continuidad de “las actividades previstas en los acuerdos”; la fecha y lugar para el séptimo ciclo y la ratificación por parte del ELN de llamar a consultas internas a sus delegados.
“Este comunicado fue leído, una parte por el Gobierno Nacional y otra por un delegado del ELN. Eso creo que envía también un mensaje no solamente simbólico, sino también deja clara la intención política de continuar en estos diálogos”, recordó Rodríguez
Frente a como fue recibido el anuncio por las personas asistentes al evento, Cárdenas comentó que: “a la gente le gusta recibir esas noticias en medio de tanta incertidumbre, no obstante, para algunos fue un comunicado un poco escueto, porque se sabe que los debates que han generado diferencias en el proceso son de fondo y no son fáciles de resolver para las dos partes”.
Esas diferencias a las que hace referencia el delegado tienen que ver con el anuncio del ELN de congelar los diálogos ya que, según el grupo guerrillero, el Gobierno había incumplido los acuerdos, específicamente el de la prórroga al cese.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la Mesa entra en crisis. De hecho, la suspensión del proceso de participación se dio, de igual manera, por otro llamado a consultas que hizo la delegación del ELN a finales de noviembre.
Estas situaciones críticas fueron precisamente uno de los temas que más resonó en las intervenciones de los asistentes al evento, quienes aprovecharon la presencia de delegados de ambas partes de la Mesa para exponer la preocupación de que el proceso de participación dependa de los percances que se puedan presentar en las negociaciones.
Rodríguez cree que este evento sirvió para “hacer un llamado a las delegaciones, para que exista dinamismo y practicidad alrededor del desarrollo de estos encuentros. Es decir, no generar obstáculos que giren al ritmo de las tensiones de la Mesa. La Participación debe ser una premisa y sobre la base de ello, al igual que los ceses, pues deben ser una actuación permanente y continua”.
La continuidad del proceso de participación y sus novedades
La continuidad del proceso de participación fue un acuerdo al que se llegó en el quinto ciclo. En ese momento, no solo se habló de retomar los eventos sectoriales y regionales que faltaban, sino también de incrementar los recursos y posibilidades para mejorar lo logístico y lo técnico.
De hecho, una de las novedades que se anunció en el comunicado, publicado al día siguiente del evento, fue que “en esta nueva etapa, las y los participantes a los encuentros tendrán la oportunidad de hacer sus aportes en línea”.
Frente a esto, Acosta comentó que esta fue una herramienta que utilizaron con la idea de reconocer e incluir los mecanismos de participación que han construido las comunidades: “La idea era preguntarles cómo han participado, qué les ha funcionado y cómo les gustaría participar, y este diálogo para nosotros es vital, en función del diseño del mecanismo de participación junto y desde la población y que será implementado en abril”.
Sin embargo, es importante aclarar que esta herramienta no es una plataforma. “Fue un instrumento de recolección de información que se utilizó solo para el preencuentro en Bogotá con la finalidad de ver la posibilidad de recoger los insumos y procesar los datos que aportan al modelo, plan y recomendaciones”, explicó Choachí, quien además agregó que se evaluará con los equipos y las instancias responsables, si se puede seguir utilizando este mecanismo para los eventos que faltan por realizarse.
Los encuentros sectoriales que están en camino son los de: mujeres; gremios económicos; trabajadores informales; negritudes, afros, raizales y palenqueros; pueblos room y niñas, niños y adolescentes. En cuanto a los territoriales, el único que se logró hacer fue el de la región Caribe, el cual se hizo en Barranquilla.
El documento además resaltó que en el último trimestre de 2023 se realizaron los encuentros con representantes de los medios comunitarios, viviendistas, quienes han luchado por la vivienda digna, personas con discapacidad, jóvenes, estudiantes, trabajadoras y trabajadores, plataformas de derechos humanos, campesinado, gremios económicos, plataformas medioambientales, indígenas, personas privadas de la libertad y comunidades de fe.
La idea es “que, en mayo, tengamos el Plan Nacional de Participación y de ahí en adelante que comience en todo el país procesos de discusión y movilización entorno a las transformaciones en los territorios que nos conduzcan a la paz”, dijo el senador Iván Cepeda quien, en un vídeo, junto a Vera Grabe recordaron la importancia que tiene para los diálogos el desarrollo del acuerdo de participación en la agenda de negociaciones.