“El cese al fuego es la decisión política más importante en la historia del ELN”: Carlos Arturo Velandia

Sep 14, 2023 | Artículos Periodísticos

El cese al fuego entre el ELN y el Gobierno Nacional lleva más de 40 días en funcionamiento, con un Mecanismo de Monitoreo y Verificación que ya entregó su primer informe a la Mesa de Diálogos. En esta entrevista, Carlos Arturo Velandia, hace un análisis al respecto.

Foto: Carlos Arturo Velandia (@CarlosVelandiaJ).

Sara Isabel Ceballos Monsalve 

Practicante de Periodismo

Equipo de Comunicaciones de Isegoría

El pasado 11 de septiembre se cumplieron 40 días desde el inicio oficial del cese al fuego bilateral, nacional y temporal del ELN con el Gobierno nacional. Este acuerdo, que ha generado tantas ovaciones como críticas, se propone ser el cese más extenso logrado con este grupo armado. Carlos Arturo Velandia, promotor de paz y exintegrante del ELN, habló en entrevista con Isegoría sobre su análisis a este Segundo Acuerdo de Cuba.

Primero, Velandia califica de redundante catalogar a este cese como un tema complejo porque “los ceses al fuego con el ELN son todos complicados, ya que son acuerdos que se dan en medio de dos partes que se repelen, que se confrontan militarmente y que buscan destruirse una a la otra. Esas son las guerras y por eso están enfrentados. Para poder hablar y crear un clima positivo”.

Pero, aunque lo considere complejo, Velandia aclara que, para él “un cese al fuego bilateral, nacional y temporal es quizás la decisión política más importante que haya tomado el ELN en toda su historia. Primero porque morigera la disposición bélica de una organización con disposición bélica. Y segundo, porque se da producto de una decisión política en entendimientos con un gobierno al que no puede atacar, por su estripe popular, diferente, con programa democrático, progresista y que tiene la paz como bandera”.

Este cese, entre lo acordado, crea el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV), una instancia encargada de recopilar y revisar los incidentes que ocurran entre la Fuerza Pública, el ELN y la población civil. Este Mecanismo está constituido por ambas partes de los diálogos, la Conferencia Episcopal de Colombia y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, misión a la que, además, le extendieron su mandato para realizar esta labor.

Sobre el MMV, Velandia dice: “La verificación necesita un músculo muy potente que solo tiene Naciones Unidas, por eso ellos son los únicos que puede verificar. Se creó este MMV muy robusto, integrado por muchas partes. Para mi gusto son demasiados intervinientes que pueden hacerlo muy pesado cuando se requiere ser muy solvente y muy ágil”.

El Mecanismo cuenta, además, con la Veeduría Social, una articulación de equipos locales y regionales en red que fortalece el monitoreo aportando información desde los territorios donde inciden el ELN y la Fuerza Pública. Pero para Velandia, esta articulación también debe revisarse con cuidado.

 “La vinculación de la sociedad a esas actividades puede ser un inconveniente porque no son expertos, ni tienen la técnica, ni la idoneidad. Además, puede tener sesgos a uno u otro lado. Lo comento con conocimiento de causa porque esto ocurrió en el 2017 cuando se le pidió a la sociedad civil que conformara una especie de veeduría paralela compuesta por movimientos sociales que sin mucha preparación confundían derecho internacional humanitario con derechos humanos. Entonces si no se les plantea un protocolo más específico puede incurrir en estas denuncias o reportes que van a distraer la labor del MMV”, explica Velandia.

Quizás como una alternativa ante los riesgos del mecanismo oficial se han creado iniciativas de particulares para hacer revisión del cese al fuego. Una de las más reputadas es la creada por el propio Velandia: el Monitor del cese al fuego y las hostilidades bilateral, nacional y temporal entre el ELN y el Gobierno Nacional. Se trata de una plantilla construida, actualizada y difundida diariamente por Velandia, donde hace un recuento de los posibles incidentes sucedidos durante el día anterior.

Velandia explica que este proceso nace de “la motivación de acompañar el proceso con observación. Además, también es una manera de participar de manera activa en él sin que ninguna de las partes lo solicite. Nadie necesita que le pidan ejercer su derecho a participar. Entonces, yo estoy participando en el proceso a través de la observación”.

Pero esa participación no debe darse a la ligera, porque la desinformación respecto a los incidentes tiene una fuerte repercusión en la percepción de la población respecto al proceso. Un ejemplo de ello fue lo ocurrido con el general Helder Giraldo, quien declaró ante medios de comunicación que el ELN había violado el cese al fuego en al menos seis ocasiones en los primeros cuatro días, lo que en sí es una violación a los protocolos de comunicación del mismo, y generó una ola de titulares tendenciosos y críticas al proceso, sin la información de fondo necesaria para definir posturas al respecto.

Para evitar situaciones como esa, Velandia tiene un procedimiento basado en los protocolos acordados por la Mesa de Diálogos, donde se incluye la estipulación de qué se toma como acciones violatorias del cese. Ya con ese concepto claro, recibe lo que él llama “reportería social”: “Me llega mucha información de gente de los territorios. Esa información la tengo que seleccionar porque no todo es información de este proceso. Lo otro es que he abierto un canal de intercambios en Twitter y establezco una comunicación de tal manera que hay un feedback en el sentido de ayudar a aclarar dudas y a generar pedagogía”.

Gracias a este trabajo Velandia tiene una idea clara de lo que va del cese al fuego: “En términos generales, yo me encuentro satisfecho, me parece que van bien. Obviamente ha habido hechos de violencia en medio del conflicto protagonizados por las dos partes o por el ELN en enfrentamientos con terceros, como lo que como ha ocurrido en el Chocó con el Clan del Golfo, o en Nariño si con el Estado Mayor Central y con la segunda Marquetalia”.

En sus registros solamente hay seis hechos calificados como incidentes. “Muy seguramente el MMV habrá recibido muchos más y habrá calificado como incidentes más de seis”, explica Velandia. Por su parte, el MMV entregó de manera confidencial a la Mesa el informe del primer mes de cese al fuego.

Velandia también se refiere a este informe: “Yo haría un llamado de atención fraternal a la Mesa para decirles que el MMV cumplió con su parte de confidencialidad, entonces ya es la Mesa la que le debe una explicación a la sociedad, que ha visto hechos que no sabe distinguir entre incidentes u otros hechos del conflicto. Es la Mesa que tiene que decir qué hechos ha recibido y si el MMV considera 7, 8, 10 de estos hechos como incidentes que hayan ameritado recomendaciones y si estas se están implementando”.

Con 40 días, este cese al fuego apenas empieza en comparación con su homónimo anterior, el cese al fuego pactado con el gobierno Santos, del 1 de octubre del 2017 al 12 de enero de 2018, aunque fue interrumpido tres días antes de su finalización oficial.

Velandia, que califica de exitoso aquel cese, dice: “Yo pude vivirlo de manera directa en Saravena, Arauca, siendo testigo de excepción de cómo la gente celebraba como nunca la fiesta de Navidad y Año Nuevo, lo que significó un alivio tal que le rogaban al ELN, “por favor, continúelo, mire, esto es una maravilla. Primera vez en 50 años que tenemos una Navidad sin tiros”. Era una cosa extraordinaria”, cuenta Velandia.

Pero la mayor importancia que le encuentra Velandia a aquel cese, es ser ejemplo para el actual: “Ese cese de fuego fue pionero y experimental para realizar el de este momento. Obviamente también fue útil en su tiempo, generó alivios y disminuyó la violencia. Aunque se cometieron numerosos errores, ahora se han tratado de subsanar”.

Este cese, de casi el doble de tiempo que el anterior, realizado, además con un gobierno en búsqueda de la llamada Paz Total, se espera que sea la carta a mejores acuerdos y mas alivios a la sociedad.

“La parte más interesante de este cese es lo que viene después de los 180 días, es decir, esos 180 días tienen que crear las condiciones positivas para encarrilar el proceso político de dialogo social, porque si no hay cese de fuegos es imposible que la sociedad participe, porque las garantías que se le dan a la sociedad están fundadas en el cese de fuegos”.

 Y aunque para Velandia el peso del cese al fuego es tan grande, no deja de ser positivo respecto al futuro: “yo me atrevería a decir desde ya que el día 29 de enero del año 2024, cuando terminen los 180 días, muy seguramente se estará decretando un cese de fuegos bilateral permanente. Esa es mi aspiración, ese es mi deseo, pero esos son también mis cálculos conociendo al ELN como lo conozco”.