Los encuentros del CNP fueron aplazados indefinidamente
La Secretaría Técnica del Comité Nacional de Participación anunció la pausa que está relacionada con la crisis que enfrenta el proceso de paz luego del secuestro de Luis Manuel Díaz.
Foto: El Comité Nacional de Participación fue instalado el pasado 3 de agosto, y desde octubre, cuando se realizó el primer encuentro, se han realizado 42 de los 68 encuentros y preencuentros que se tenían previstos. Créditos: Alto Comisionado de Paz.
Escucha este artículo
Sergio Ramírez
Equipo de Periodismo de Isegoría
Los encuentros nacionales de la fase de diseño de la participación realizados por el Comité Nacional de Participación previstos para diciembre serán aplazados indefinidamente. Así lo dio a conocer la Secretaría Técnica de ese Comité por medio de un corto comunicado compartido el pasado 28 de noviembre a personas cercanas al proceso.
La razón de estos aplazamientos, se explica en el comunicado, es la reunión que tomará lugar en la Ciudad de México este jueves 30 de noviembre. Esa reunión entre las delegaciones de la Mesa de Diálogos entre el Gobierno colombiano y el ELN fue anunciada el pasado 24 de noviembre y abordará la crisis generada por el secuestro de Luis Manuel Días.
Además, de acuerdo con el CNP, “se abordarán los avances, retos del proceso de participación y se establecerá su continuidad”, según explica la Secretaría Técnica de ese organismo.
Sebastián Guerra, investigador del Instituto de la Paz de los Estados Unidos, explica al respecto que “el ELN llamó a consultas a sus delegados ante el CNP y decidieron que los encuentros nacionales no podían continuar sin su presencia”.
Agregó que la carta de Otty Patiño, jefe negociador del Gobierno y Alto Comisionado de Paz, exigiendo ese encuentro, publicada el 16 de noviembre, “fue leída por el ELN -como siempre lo han hecho en este tipo de circunstancias- como una imposición unilateral”.
Sin embargo, más allá de que la idea de este aplazamiento haya surgido desde ELN, esta decisión tuvo acogida por parte del Gobierno, principalmente por dos motivos:
Uno de ellos lo señala Álvaro Matallana, delegado del Gobierno en las negociaciones con el ELN y coronel retirado de las FF.MM, que explica que esta decisión si bien resulta “durísima” por el malestar que puede generaren las organizaciones que participaban activamente en esos eventos, es entendible cuando se tiene en cuenta que “todavía más malestar y desconfianza ha causado seguir los encuentros” en medio situaciones críticas como el secuestro de Díaz. “No es lo mejor, pero es necesario tratar de acercarse a entender lo que está pasando y salir de esta situación”, agrega.
Esta idea la respalda Daniel García Peña, exalto Comisionado de Paz. Para él “no tendría ninguna congruencia que siga el proceso de participación, como si no hubiera pasado nada”.
El segundo motivo es el nombramiento de Otty Patiño como Alto Comisionado de Paz, una novedad que, de acuerdo con analistas como Elizabeth Dickinson, del International Crisis Group y experta en conflicto armado e implementación del Acuerdo de Paz, podría explicar este aplazamiento puesto que es “probable que el nuevo alto comisionado quiera revisar lo que se ha hecho hasta ahora para poner en marcha esta estrategia frente al ELN. En esta semana está en un proceso de evaluación de dónde están todos los procesos para evaluar, y retomar la iniciativa de desarrollar una estrategia comprensiva a lo largo de todos los procesos”.
Pero más allá de los motivos detrás de esta decisión, el aplazamiento de los encuentros podría indicar cómo el secuestro de Luis Manuel Díaz habría tenido un efecto mayor en las negociaciones que el previsto, según comentan los analistas.
Hasta recientemente, como explica Daniel García Peña, se consideraba el secuestro de Luis Manuel Diaz como uno de esos “incidentes que suceden durante todos los procesos”. Sin embargo, este caso ha tomado mayor trascendencia.
“El secuestro y posterior liberación del señor Luis Díaz fue un hecho que reveló las debilidades del proceso, e impactó a la Mesa y a todo el proceso en su conjunto”, comenta Sebastián Guerra, y ambas partes del proceso han comenzado a actuar en consecuencia.
“La interpretación de los acuerdos alcanzados hasta ahora ha quedado claro que no es la misma”, señala Elizabeth Dickinson, por lo que el Gobierno ahora no solo tiene la tarea de llegar a un acuerdo sobre “lo que ya está pactado, dejando claro las reglas del juego”, complementa la analista, sino que también tiene que responder a la presión pública que demanda “lograr compromisos del ELN para que dejen atrás la práctica del secuestro”.
No obstante, como señala Daniel García Peña, este cambio de posición del Gobierno, “ha sido interpretado – por el ELN – como un cambio de las reglas del juego, y que el Gobierno está metiendo un tema que no estaba desde el día uno”.