Tras el Sexto Congreso Nacional del ELN todavía no hay salidas claras a la crisis en los diálogos

Jun 19, 2024 | Artículos Periodísticos

Sin precisiones sobre la situación del Frente Comuneros del Sur o la reactivación de los secuestros, el ELN anunció la culminación de su Sexto Congreso Nacional.

Miembros del Comando Central del ELN (izquierda a derecha, alias Antonio García, Pablo Beltrán, Pablito).

Créditos: @DelegacionELN

Sergio Ramírez

Equipo de periodismo de Isegoría

Más de cuatro meses después de que el ELN anunciara el congelamiento de los diálogos de paz con el gobierno de Gustavo Petro, a raíz de los diálogos que se adelantaban de forma independiente con el Frente Comuneros del Sur en Nariño, las conversaciones parecen seguir estancadas y a la expectativa de que el bando contrario demuestre voluntad para seguir con el proceso de paz. La culminación del Sexto Congreso Nacional del ELN no parece alterar esta situación.

En un documento llamado Declaración Política del Sexto Congreso del ELN, el grupo guerrillero anunció que al cierre de ese encuentro se “reafirma su voluntad de paz y su compromiso para cumplir lo acordado en la Mesa de Diálogos”.

Sin embargo, aclaró que frente a la crisis producida por los supuestos incumplimientos de acuerdos por parte del Gobierno, “solo en la medida en que se rectifiquen de manera cierta podrán reanudarse las actividades de la Mesa”.

En el mismo documento no se hizo referencia a los asuntos que originaron la crisis en los diálogos, como lo relacionado con el frente de Nariño, ni tampoco a su propio anuncio de retomar los secuestros, con el argumento de que no hubo avances para resolver su financiación durante los diálogos.

Fuentes de la delegación del ELN en los diálogos le dijeron a Isegoría que situaciones circunstanciales como la actual crisis de los diálogos no tenían un gran peso sobre lo que se fuera discutir en el Congreso, pues los temas que abordarían allí serían puntos más estructurales como “la visión del ELN sobre la realidad y los enemigos principales a confrontar”, entre otros aspectos de “la política de larga duración del ELN”.

Sin embargo, desde el Gobierno había expectativa acerca de las decisiones que en ese Congreso se tomarían, por lo menos, con respecto a la continuidad de los diálogos.

Iván Cepeda, miembro de la delegación del Gobierno en los diálogos, expresó en una entrevista para El Tiempo el pasado 3 de junio que el Gobierno esperaba que se tomaran “decisiones que nos den claridad sobre cuál es el horizonte. Pablo Beltrán dijo que era posible llegar a un acuerdo en este gobierno, y esperamos que eso lo refrende el congreso”.

Esa expectativa fue reforzada el 10 de junio en un comunicado de la delegación del Gobierno en el que afirmaba que, frente a los pronunciamientos contra Gustavo Petro de Antonio García, primer comandante del ELN, “hemos guardado pacientemente silencio para no seguir en la lógica de la confrontación mediática”. Y agregaba que esperaba que en su congreso la guerrilla estuviera “realizando discusiones para definir posiciones”.

Esas expectativas sobre el Sexto Congreso, de acuerdo con expertos, no eran infundadas. Henry Ortega, investigador del CINEP en temas del conflicto armado, y partícipe del libro ¿Por qué es tan difícil negociar con el ELN?, explica que los congresos nacionales han sido espacios donde históricamente la guerrilla ha tomado decisiones importantes como organización acerca de sus líneas y objetivos. Por esto mismo, este espacio ha sido definido por el ELN como su “máximo evento democrático”.

A su vez, estos congresos también han marcado cambios al interior de la organización, por ejemplo, en el 2006, en su Cuarto Congreso, el ELN decidió que “antes que pensar en una toma del poder por las armas, como lo habían pensado tras su fundación [priorizaría] los espacios urbanos y continuar con su estrategia de influenciar en el poder regional”, como lo sintetizó la Comisión de la Verdad en su Informe.

“Los congresos han sido un lugar dónde tomar este tipo de decisiones importantes en una lógica de democracia interna. Eso puede tener incluso un mayor peso, sobre todo por lo colectivo de su comandancia”, explica el investigador del CINEP.

Con esto presente, lo que se esperaba de este congreso era saber “cuál es la postura del ELN. Ya no la postura de Antonio García, o de la delegación”, agrega Ortega.

¿Qué exige el ELN?

En una entrevista a Antonio García, realizada por el Sistema Radial Patria Libre y los diferentes medios de los Frentes de Guerra del ELN y publicada en la cuenta de X de la delegación, el máximo jefe de la agrupación señalaba que la ausencia de un pronunciamiento sobre los temas críticos por resolverse eran producto de la decisión del ELN por no dejarse presionar por el Gobierno “para que se tomaran decisiones políticas que [le] fueran funcionales]”.

“La conducción del ELN asumió el reto. En vez de colocarse a la ofensiva, demostramos que el Ejército de Liberación tiene libertad de acción, y era capaz de concentrar propósito y esfuerzos”, añadió García.

Por esta razón, con la declaración política del ELN producto de este Sexto Congreso, la organización sigue reclamando al Gobierno por los supuestos incumplimientos a los acuerdos firmados hasta la fecha, que según esa guerrilla motivaron la suspensión temporal de los secuestros acordada a finales del año pasado.

Tan solo en la semana pasada el ELN se pronunció dos veces acerca de estos incumplimientos, a través de la delegación de la guerrilla en la Mesa y a través de su máximo comandante.

Por una parte, el 14 de Junio, en la cuenta de X de la delegación, se afirmaba  que “miente la delegación del Gobierno, al decir que cumple y acata el Cese al Fuego, mientras el Ejército nacional  lo viola abierta y descaradamente”, y anexó imágenes de unos documentos en donde el Ejército mencionaba al ELN como GAO (Grupo Armado Organizado) y se hacía referencia a una serie de “golpes importantes contra la estructura delictiva en la región”.

 

Por su parte, Antonio García, que anteriormente había señalado la inactividad del Fondo Multidonante para financiar la Mesa de Diálogos y las actividades relacionadas con la construcción y pedagogía de paz del ELN, una vez más escribió el pasado 10 de junio que “se volvió costumbre por parte del Gobierno esquivar acuerdos o incumplirlos”. Y agregó que “los errores pueden ser rectificados. Lo esencial en la rectificación es leer bien los acuerdos y cumplirlos tal y como están escritos”.

Pero ante este panorama, hay ciertos aspectos que podrían ser considerados alicientes, tal como explica Francisco Daza, Coordinador de la Línea Paz Territorial y Derechos Humanos de la Fundación Paz y Reconciliación (PARES).

“Hay de manifiesto una voluntad de continuar con el proceso de negociación, más allá de la crisis actual que está atravesando”, explica el Investigador. De acuerdo con Daza, esto se entiende en la insistencia del ELN de revisar y rectificar los acuerdos, por lo que el grupo estaría proponiendo lo que sería una solución a la crisis.

“Estos puntos son críticos en la Mesa de negociación, deben abordarse prontamente para que no quede una mala interpretación, y para que puedan dar condiciones para la reanudación”, agrega el investigador, señalando que es indispensable e ineludible que el Gobierno estudie y conteste a estos asuntos. De lo contrario, incluso si se resuelve la actual crisis, le seguirán otras motivadas por las mismas razones.

Por otra parte, el mayor aliciente para salir de la crisis puede estar en los acuerdos sobre el proceso de participación de la sociedad en los diálogos.

El 25 de mayo se firmó en Caracas el Acuerdo 28 sobre este punto, que termina la primera fase del proceso de participación de la sociedad en las negociaciones, correspondiente al diseño del modelo que permita esa participación. Esa fase había empezado en octubre de 2023.

En el acuerdo está explícito el plan y el modelo de participación de la sociedad construido por el Comité Nacional de Participación, junto a más de ocho mil líderes de organizaciones de la sociedad civil, con el que se buscaría incentivar la participación de millones de personas en el diagnóstico de los problemas del conflicto armado y las soluciones.

Según explicaron Iván Cepeda y Vera Grabe (jefe de la delegación del Gobierno), en entrevistas con medios de comunicación y reuniones privadas con instituciones, se espera que en los próximos meses se inicien los mecanismos para ejecutar lo acordado.

Y todo esto se ha dado en medio de una crisis que ya lleva más de tres meses en desarrollo, por lo que todo indica a que “el interés del ELN pasa por que el Comité y las organizaciones de la sociedad civil sigan operando, en tanto que reúne voces de sociedad civil que son fundamentales para lo que ellos también plantean de la multiplicidad de voces para la paz”, argumenta Daza.

Con esto, también se tendrían elementos para pensar que el ELN ve fundamental que el CNP continúe operando, “construyendo unos cimientos más fuertes para comenzar a desarrollar procesos de paz territorial como resultado y producto del proceso de negociación”, señala el investigador.

Sin embargo, también es innegable que “hay posiciones de resistencia por parte de la delegación del ELN para reactivar la mesa”, agrega Daza, por lo que será necesario que el Gobierno ponga líneas rojas con respecto a los tiempos de reactivación de los diálogos, “en ese sentido, no se puede supeditar todo a los tiempos del ELN”.