Las universidades resisten en medio de la violencia en Buenaventura

Oct 6, 2025 | Artículos Periodísticos

La escalada de violencia en Buenaventura no solo ha dejado enfrentamientos entre Los Shottas y Los Espartanos, también está cobrando la vida de jóvenes que nada tenían que ver con las bandas y ha obligado a las universidades públicas a replantear su forma de enseñar.

Universidad del Valle, sede Pacífico | Foto: U. del Valle.

Redacción Unidad Especial de Paz

El 23 de septiembre de 2025, la Universidad del Pacífico y la Universidad del Valle anunciaron la suspensión de sus clases presenciales por la violencia en la ciudad. Según comunicados institucionales, la Universidad del Pacífico trasladó toda su oferta académica a modalidad virtual entre el 22 y el 27 de septiembre, mientras que la Universidad del Valle mantuvo la presencialidad solo hasta las 6:00 p. m. y pasó a la virtualidad su jornada nocturna, como informó La FM ese mismo día.

Las medidas buscaban “salvaguardar la integridad de estudiantes, docentes y administrativos” después de una racha de homicidios que dejó al menos cinco muertos en menos de 48 horas. Medios como El País Cali precisaron que entre las víctimas estaba Alan Josué Valencia, de 17 años, estudiante de primer semestre de Ingeniería de Sistemas en la Universidad del Pacífico, así como un egresado y tres deportistas vinculados a la Universidad del Valle.

“Antes los homicidios eran selectivos entre bandas. Ahora están matando jóvenes que no tienen nada que ver, y eso ha generado estupor en la ciudad”, señaló una docente investigadora de la Universidad del Pacífico en entrevista del 1 de octubre. Aunque estudiantes y profesores coinciden en que prefieren la presencialidad, la prioridad ha sido proteger la vida. “Lo más sano es no parar las actividades, pero sí resguardar a los estudiantes cuando la situación se complica”, explicó la académica, quien también destacó que el campus cumple un papel de resistencia: deportes, danza, orquesta y programas de bienestar psicosocial ofrecen alternativas para los jóvenes que viven bajo la presión de los grupos armados.

La violencia incluso frustró eventos académicos internacionales. En un comunicado del 23 de septiembre, el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Valle lamentó la cancelación del encuentro Pre-ALAS 2026, “Sociología de cara al Pacífico colombiano”, que se realizaría en Buenaventura: “Lamentamos la cancelación del evento […] y rechazamos categóricamente la terrible situación por la que pasa la ciudad de Buenaventura con el reciente asesinato de jóvenes, varios de ellos estudiantes de la Universidad del Valle y de la UNPA, y el desplazamiento forzado de distintos sectores de la población”. El mismo comunicado expresó solidaridad con la Universidad del Pacífico y reconoció el esfuerzo de sus investigadores: “Muchas/os de ellas/os egresadas/os de nuestros programas de formación […] una meritoria apuesta intelectual y académica para contribuir al desarrollo de la región que ahora se ve frustrada por la cruel y dura realidad”.

El mismo día, la Delegación del Gobierno Nacional para el Espacio de Conversación Sociojurídico publicó un comunicado en el que condenó los hechos: “Rechazamos y condenamos los cinco homicidios acaecidos el fin de semana pasado en el área urbana de Buenaventura, nos solidarizamos con sus familias y la comunidad general”. El documento también cuestionó la ausencia de la Alcaldía en los espacios de concertación: “Al cual de manera reiterada se le ha extendido invitación a la Alcaldía, pero la primera autoridad nunca ha llegado a dicho espacio y delegan a personas que no asisten o que están fuera del país, como pasó en la última sesión del pasado 17 de septiembre”.

En paralelo, el grupo armado Los Shottas también emitió un comunicado en el que responsabilizó a sus rivales, Los Espartanos, de los asesinatos recientes, incluido el de Alan. “Es muy triste para nosotros ver cómo este grupo armado ha cobrado la vida de personas inocentes. El caso más doloroso es el del joven Alan, quien soñaba con ser futbolista profesional y terminar sus estudios universitarios”, expresaron.

Buenaventura fue escogida como escenario piloto de la Política de Paz Total. En la ciudad opera un Espacio de Conversación Sociojurídico de construcción de paz urbana en el que participan voceros de las estructuras armadas y el Gobierno. En febrero de este año, ese Espacio logró un acuerdo para que los grupos no reclutaran menores de edad, pero la tregua que en su momento redujo los homicidios se rompió, lo que agravó la crisis, según publicó El País de España el 6 de febrero de 2025. La ausencia del gobierno local ha sido uno de los principales obstáculos. “No hay representación real de la administración distrital. La alcaldesa no asiste ni envía delegados a las reuniones. Hay un nulo liderazgo de la principal autoridad de la ciudad”, aseguró la docente de la Universidad del Pacífico.

El delegado del Gobierno en ese Espacio, Fabio Cardozo, también ha insistido en que los diálogos no reemplazan la acción institucional. “Nosotros no somos responsables de la seguridad. Esa es función de la Alcaldía, de la Policía, el Ejército y la Fiscalía”, declaró en entrevista publicada por La FM el 23 de septiembre.

La salida, como explican desde la universidad, no puede reducirse a medidas coyunturales. “La paz es un proceso de largo aliento que debe construirse todos los días, con participación del Estado, las organizaciones sociales, la academia, la Iglesia y la ciudadanía”, concluyó la investigadora. Mientras tanto, en los pasillos universitarios, los estudiantes siguen estudiando y resistiendo, aun cuando la violencia se empeña en atravesar su cotidianidad.