Foto: Cortesía

Sara Isabel Ceballos Monsalve

Equipo de Comunicaciones de Isegoría

El Frente de Guerra Nororiental del ELN emitió un comunicado en el cual se atribuyó el atentado del miércoles 24 de mayo que dejó un saldo de tres víctimas fatales, dos policías y una mujer que transitaba por el lugar. Los hechos se presentaron en el municipio de Tibú, Norte de Santander.

Las víctimas fueron el patrullero Andrés Idárraga Orozco, el subintendente Ángelo Raúl Martínez Arévalo y la civil Lucy Katherine Castillo Cárdenas.

En el comunicado, con fecha del 25 de mayo, el ELN lamentó la muerte de la civil, pero calificó su acción como una respuesta a las “intimidaciones” de la Policía y el Ejercito Nacional que, según ellos, están “presentándose como paramilitares generando zozobra en los habitantes”.

Al final del comunicado, el ELN dice seguir “comprometido con la búsqueda de una solución política al conflicto político, social y armado que envuelve al país”, pese a que el ataque ocurrió al mismo tiempo que se anunciaba una extensión en el tercer ciclo de diálogos que se desarrolla en La Habana.

Ante el atentado las autoridades ofrecieron una recompensa para quien dé información sobre los responsables, al tiempo que se adelantaba un consejo de seguridad en el departamento.

El área de comunicaciones de la delegación del ELN en los diálogos de La Habana informó que por el momento sus negociadores no darán declaraciones al respecto.

Por su parte, el comisionado de paz Danilo Rueda, repudió el atentado y dijo que “ya habrá momento y escenario judicial para que estos hechos sean sancionados”.

Y es que, en contraste con este atentado, el actual ciclo de negociaciones debía ir hasta el 29 de mayo, pero se extendió hasta el 8 de junio por “la importancia de los temas de la agenda que está desarrollando”.